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Histórico primer paso hacia la ampliación del Aeropuerto de Coyhaique
Primera obra concesionada en la región de Aysén
La ampliación del aeropuerto de Coyhaique no es solo un tema de interés local, sino que marca un hito en la historia de la Región de Aysén: es el primer proyecto de infraestructura concesionado en esta parte del país.
¿Por qué es necesaria esta ampliación? ¿Cómo se llevará a cabo? ¿Qué significará para la comunidad local y la región en general?
En este blog, responderemos a estas preguntas y muchas más.
¿Por qué es necesaria esta ampliación? ¿Cómo se llevará a cabo? ¿Qué significará para la comunidad local y la región en general?
En este blog, responderemos a estas preguntas y muchas más.
Algo de Historia
Construido el 14 de abril de 1949, el aeropuerto de Coyhaique ha sido una pieza clave en el desarrollo económico y social de la Región de Aysén. Durante años, ha facilitado tanto el turismo como el comercio, conectando esta región remota con el resto de Chile y del mundo. Sin embargo, con el tiempo, tanto la infraestructura como las instalaciones se han vuelto insuficientes para manejar la creciente demanda.
Construido el 14 de abril de 1949, el aeropuerto de Coyhaique ha sido una pieza clave en el desarrollo económico y social de la Región de Aysén. Durante años, ha facilitado tanto el turismo como el comercio, conectando esta región remota con el resto de Chile y del mundo. Sin embargo, con el tiempo, tanto la infraestructura como las instalaciones se han vuelto insuficientes para manejar la creciente demanda.
El proyecto de ampliación
El gobierno de Chile, en colaboración con varios socios privados, ha asignado un presupuesto de 50 millones de dólares para la ampliación. Esta ampliación no solo incluye la extensión de la pista de aterrizaje, sino también mejoras en las áreas de servicio, las terminales de pasajeros y las instalaciones de almacenamiento de mercancías. El proyecto, que está programado para completarse en 2026, también busca incorporar tecnologías sostenibles para minimizar el impacto ambiental.
El gobierno de Chile, en colaboración con varios socios privados, ha asignado un presupuesto de 50 millones de dólares para la ampliación. Esta ampliación no solo incluye la extensión de la pista de aterrizaje, sino también mejoras en las áreas de servicio, las terminales de pasajeros y las instalaciones de almacenamiento de mercancías. El proyecto, que está programado para completarse en 2026, también busca incorporar tecnologías sostenibles para minimizar el impacto ambiental.
"Esto no es sólo un aeropuerto, acá hay un sueño y oportunidades de construir un desarrollo económico local y proyectar la Patagonia al mundo", valoró Carlos Gatica, alcalde de Coyhaique.
Importancia de la Concesión
La decisión de hacer de este proyecto una concesión representa un cambio significativo en cómo se manejan los proyectos de infraestructura en la región. Bajo este modelo, una empresa privada será responsable de la construcción y, posiblemente, la operación del aeropuerto ampliado. Esto podría significar una mayor eficiencia en la administración y una menor carga para el gobierno local en términos de financiamiento y mantenimiento. Sin embargo, también plantea preguntas sobre el control público y la equidad en el acceso a estos servicios.
Impacto en la Región de Aysén
Los beneficios económicos son evidentes: generación de empleo, impulso al turismo y la apertura de nuevas rutas comerciales. Sin embargo, el proyecto también ha generado preocupaciones en términos de impacto ambiental, especialmente en una región tan rica en biodiversidad. Además, el aumento del tráfico y la actividad humana podría tener implicaciones sociales que aún se están evaluando.
La ampliación del aeropuerto de Coyhaique no es solo un cambio físico en la infraestructura; es un símbolo del crecimiento y desarrollo de toda la Región de Aysén. No obstante, con grandes proyectos vienen grandes responsabilidades. La forma en que se maneje este desarrollo podría ser un modelo para futuros proyectos en la región, y como tal, debe abordarse con cuidado, deliberación y participación pública.
La decisión de hacer de este proyecto una concesión representa un cambio significativo en cómo se manejan los proyectos de infraestructura en la región. Bajo este modelo, una empresa privada será responsable de la construcción y, posiblemente, la operación del aeropuerto ampliado. Esto podría significar una mayor eficiencia en la administración y una menor carga para el gobierno local en términos de financiamiento y mantenimiento. Sin embargo, también plantea preguntas sobre el control público y la equidad en el acceso a estos servicios.
Impacto en la Región de Aysén
Los beneficios económicos son evidentes: generación de empleo, impulso al turismo y la apertura de nuevas rutas comerciales. Sin embargo, el proyecto también ha generado preocupaciones en términos de impacto ambiental, especialmente en una región tan rica en biodiversidad. Además, el aumento del tráfico y la actividad humana podría tener implicaciones sociales que aún se están evaluando.
La ampliación del aeropuerto de Coyhaique no es solo un cambio físico en la infraestructura; es un símbolo del crecimiento y desarrollo de toda la Región de Aysén. No obstante, con grandes proyectos vienen grandes responsabilidades. La forma en que se maneje este desarrollo podría ser un modelo para futuros proyectos en la región, y como tal, debe abordarse con cuidado, deliberación y participación pública.
Video del futuro proyecto
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